Peter Skyllberg fue encontrado por casualidad en una
carretera no transitada cerca de Umea, Suecia, dentro de su carro, envuelto en
su bolsa de dormir. Demacrado, casi sin poder moverse, en hipotermia ligera y
casi sin poder hablar, el hombre fue llevado a un hospital para que lo
atendieran. “Es seguro que no hubiera soportado dos días más”, dijo uno de los
rescatadores. Cuando recuperó un poco la voz dijo que se había quedado atrapado
por la nieve en esa carretera poco frecuentada y que no pudo salir.
Eso pasó un 19 de diciembre. Sesenta días sobreviviendo sólo
de la poca comida que tenía en su auto, de sorbos de agua derretida y de
inmovilidad. Los médicos estaban asombrados por ello y supieron que estaban
ante algo extraordinario. La ciencia ha demostrado que, en promedio, un hombre
puede sobrevivir sin aire unos tres minutos, sin agua una semana y sin comida
un mes. Que un hombre haya sobrevivido sin comida el doble era excepcional.
Los médicos elaboraron dos hipótesis. La primera, que el
hombre había entrado en un estado parecido al de los osos en hibernación. Sin
tener mucha actividad y en ese estado, el hombre bien pudo haber bajado su
metabolismo sin daños. Sin embargo, otro médico dijo que el hombre no puede
entrar en un estado tal y proponía que si había sobrevivido era porque había
quedado atrapado en su vehículo, cubierto de nieve, y que eso había formado un
“efecto iglú”, que sellaba la burbuja de aire de las temperaturas externas, tal
como lo hicieron durante siglos los esquimales.
Como sea que haya sido, el nombre de Peter Skyllberg comenzó
a ser conocido en todo el mundo y también su historia: 44 años, había terminado
recientemente con la novia, mal carácter, prácticamente sin amigos y con una
deuda equivalente a 150 mil libras esterlinas, vivía en su auto desde mayo y
nadie lo extrañó durante esos dos meses.
Desnivel menciona en su nota que “Hasta ahora, los récord de
supervivencia en personas completamente sepultadas son de 15 días bajo un
edificio en Austria en 1951 o 28 días bajo los escombros en Haití en 2010.” Así
que los 60 días serían todo un récord que podría hacer replantear a los
científicos los límites de supervivencia. Lo mismo pasó con los supervivientes
de los Andes o con el hombre que aguantó días en el desierto sin beber prácticamente
nada hasta que su pérdida de agua corporal llegó al 25% (los científicos dan el
10% como umbral a partir del cual es muy posible la muerte).
Las últimas notas aparecidas en The Telegraph, mencionan
comentarios que podrían hacer dudar de la veracidad de esta historia.
Posiblemente más adelante alguien se hará cargo de la investigación minuciosa
de esto, pero por el momento tomemos el caso como verídico.
En algunos foros se han formulado preguntas básicas más allá
de lo que ofrece la información obtenida de los medios: si no pudo salir y
estaba sellado, ¿cómo pudo respirar? ¿Cómo hacía sus necesidades? ¿En qué se
entretenía? ¿Cómo soportó mentalmente estar atrapado 60 días en un espacio
diminuto?
Referencias: http://montanismo.org/2012/sobrevivio-dos-meses-atrapado-en-la-nieve-sin-comida/
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